LIBANO
Estas breves líneas, están dedicadas a Yenny y Samer. Este matrimonio vive en Boston y nos visitaron recientemente. Yenny es sobrina mía.
En la foto: Natasha, Marcenia, Yenny y Samer. Al fondo "La Pedrera".
Acabo de regresar de Nápoles y Roma pero hoy toca el Líbano. Todo lo que veo (BBC News), oigo y leo no tiene sentido, como ese soldado montado en un tanque y leyendo sus rezos, mientras se lanzan mortíferas cargas. Todos los corresponsales hablan de pólvora, fuego, paisajes y vidas destrozadas. Los periodistas no tienen palabras para describir la tensión, la impotencia humana y el pánico de las personas que huyen.
Maruja Torres. escritora y cronista de “El País” estaba en el Líbano cuando los bombardeos y “estuve haciendo fotos digitales (ya no tomo notas: las fotos son el mejor libro de apuntes) y vi a ancianos dando de comer a las palomas, como en nuestros parques, y en donde durante la guerra anterior un letrero rezaba, a la entrada: "Se prohíbe entrar con armas"... Bueno, pues en ese parque se habían reunido personas libanesas que se establecieron en Alemania durante los malos tiempos, y que estaban pasando sus vacaciones con la familia -la mayoría eran gente del más que castigado, por Israel, sur de Líbano-, y a las que este horror les cayó encima hace seis días y la eternidad.”
Al contar la delicadeza con que fue atendida al sufrir una caída, se ve rodeada de mujeres que la abrazan y la cuidan “Me han contado su tragedia, que en vez de describírsela les ruego a ustedes que hagan servir las neuronas y se la imaginen. La evacuación de los siempre vencidos, de los siempre perdidos.”
“No he tenido más remedio que acudir al librero Antoine, mi amigo, para pedirle las obras completas de la poetisa libanesa Nadia Tuéni, francófona -un ídolo de los afrancesados, pero gran poeta de trágicas vida y muerte-, cuyos poemas están en mi piso de Barcelona, pero que ahora me hacen falta. Les leo uno titulado Mujeres de mi país: "Mujeres de mi país, una misma luz endurece vuestros cuerpos, una misma sombra les da reposo; dulcemente elegíacas en vuestras metamorfosis. Un mismo sufrimiento agrieta vuestros labios, y vuestros ojos han sido labrados por el mismo único orfebre. Vosotras, que fortificáis las montañas, que convencéis al hombre de que es hombre, a la ceniza de que es fértil; al paisaje, de que es inmutable. Mujeres de mi país, vosotras, que en el caos reencontráis lo perdurable".
“Veladas o descubiertas mujeres de Líbano, que deben vivir y a las que debemos rescatar de esta locura, para que sigan manteniendo los pies en el suelo, la mente febril que busca soluciones cotidianas, y esa rabia bendita con la que se enfrentan a los reporteros gritando: "¿Por qué? ¿Por qué nos hacen esto? ¿Qué culpa tenemos nosotras y nuestros hijos?". “
"Resplandece a lo lejos, bajo el sol, el paciente museo que encierra las anteriores vidas de este país tan difícil de entender y tan fácil de amar. O viceversa."
Por cierto, otro periódico español también nos recuerda a la poetisa Nadie Tuéni:
“Me gustaría prometerte una patria
con frondosos jardines sobre el Litani
escribir con palabras de amor en tu cuerpo torturado
y ofrecer a tus hijos un sol libanés”
1 Comments:
Pedro, quizas no lo sepas, pero estoy viniendo a Boston todos los dias por un trabajo de tutoría a distancia. Ya escribiré en mi blog acerca de ello.
Quizas me pueda conectar con Jenny y Samer, quienes viven en Boston segun me entero por tu post.
saludos a todos de tu pariente en USA.
muy buenos tus posts, sigue escribiendo ( y de ser posible mas seguido...)
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