Saturday, June 07, 2008

BARACK OBAMA

Los subrayados son míos

Hoy toda la prensa nos trae amplia información sobre la victoria de Barack Obama en las primarias demócratas de EE. UU. Imposible recoger todas las opiniones. He leído ampliamente los comentarios, pero lo más interesante , en mi opinión, nos lo dice un excelente observador internacional como es Manuel Castells. La Vanguardia, 07/06/2008) no sin antes apuntar que se trata de la culminación de un proceso que representa un cambio histórico a nivel internacional:

“ Que un negro y una mujer hayan sido los candidatos a la nominación del partido que puede acceder al cargo más poderoso del planeta muestra la posibilidad de superar prejuicios ancestrales.”
“El racismo y el sexismo siguen activos. Y la máquina mediática republicana ya está buscando o fabricando información para destruir a Obama.” Es una “ Contienda electoral de la que dependen en parte la paz, prosperidad y conservación ambiental del mundo en que vivimos”.
“Tanto Obama como Hillary han suscitado verdaderos movimientos en torno suyo. No sólo han recibido cada uno casi 18 millones de votos (un récord histórico), sino que han movilizado centenares de miles de voluntarios. Y son millones los que han dado su dinero. Sin dinero no se puede competir en la política estadounidense. De ahí el papel determinante de los lobbies empresariales que apoyaban a los Clinton. Obama diseñó otra estrategia: pasó de los lobbies (como imagen de nueva política) y utilizó internet para recabar donaciones. Consiguió 1,7 millones de donantes, la gran mayoría de menos de 100 dólares, aunque muchos dieron el máximo legal de 2.300. Sustituyendo donaciones millonarias por millones de donaciones recibió más de 300 millones
Este doble movimiento social surge de la profundidad de la crisis económica y moral en Estados Unidos. Más de 2/ 3 de los ciudadanos condenan la guerra de Iraq, aunque son conscientes de que la retirada tiene que ser gradual. Las mentiras y manipulaciones de Bush, Cheney y sus ministros (ahora documentadas, incluso por su ex portavoz) han generado tanta indignación como las mentiras de Aznar en el 11-M. De hecho, McCain se distancia todo lo que puede de Bush para no hundirse con él. Los escándalos políticos, financieros y sexuales de los republicanos los han cubierto de oprobio. Pero Estados Unidos siente ahora el golpetazo de la globalización en sus sectores no competitivos, sufre el fin de la burbuja inmobiliaria y afronta la crisis de mercados hipotecarios especulativos. Más aún: una sociedad prisionera del coche paga en la gasolinera el precio de la desestabilización del Golfo por la guerra. “Los gastos bélicos han disparado el déficit presupuestario y limitan la inversión pública para reactivar la economía. La caída del dólar aumenta la inflación y convierte en lujo el turismo internacional”.“Y el escándalo de la nula o insuficiente cobertura sanitaria para decenas de millones de personas ha desbordado la rabia de la gente. “.“De esa profunda crisis surge un "basta ya" que puede redefinir la relación de Estados Unidos consigo mismo y con el mundo. ““Clinton y Obama supieron captarlo, con estilos distintos y escasa diferencias en sus programas, una vez que Clinton se unió a la crítica de la guerra de Iraq que apoyó en un principio, a diferencia de Obama. Clinton se postuló como líder curtida con experiencia, en continuidad con Bill, presta para comandante en jefe y experta en soluciones concretas. Los temas de Obama fueron cambio y esperanza. Para detalles del programa remitió a su página web. Los datos muestran que para el 50% el cambio fue lo decisivo para su voto, en contraste con el 23%, que primaron la experiencia. Obama concretó el cambio en su estilo de hacer política: campaña limpia, discurso de unidad más allá del partido, llamamiento a la reconciliación racial y mensaje de paz y diálogo con el mundo. En cuanto a Clinton, hubo dos Hillarys. Hasta marzo se presentó como la inevitable ganadora, acompañada de toda su artillería de consultores, financiadores y políticos del sistema. Cuando se vio perdida tras once victorias seguidas de Obama, se convirtió en líder de un movimiento de mujeres maduras y de la clase obrera blanca en crisis económica y cultural. Obama, además del apoyo de los negros, recibió el respaldo masivo de los sectores profesionales y universitarios blancos. Pero el factor más diferencial fue la edad: Obama ganó el voto en los electores de menos de 45 años y superó ampliamente a Clinton en los menores de 30 años, incluidas mujeres. Mientras que Clinton arrasó entre los viejos. Es decir, en un país en crisis, los sectores más pobres y menos educados, y las mujeres con una vida de sexismo a sus espaldas buscaron protección en Clinton, en una demócrata tradicional. Los jóvenes y los más educados, incluidas las mujeres, apostaron por la esperanza, por otra política y por un líder distinto, especial. Barack Hussein Obama: padre de Kenia, madre de Kansas; nacido en Hawái, donde sus padres estudiaban; infancia en Indonesia, donde vivió su madre; luego en Hawái con sus abuelos blancos; estudiante de Columbia, graduado en Harvard, dirigente vecinal en Chicago, abogado de derechos civiles y casado (muy casado) con una brillante abogada negra producto de Princeton y Harvard. Una personalidad multiidentitaria que trasciende definiciones. Una táctica política que hará escuela al combinar las prácticas del trabajo de base con internet. Y una estrategia construida en torno a una premisa fundamental: el cambio de las formas de hacer política es el cambio decisivo, porque sólo así se puede restablecer la confianza entre ciudadanos y políticos, el fundamento de cualquier cambio en profundidad.

Este documento está dedicado en especial a Marcenia.

1 Comments:

Blogger Pedro Baques said...

El mundo de Obama
Xavier Batalla - 07/06/2008

La primera cualidad de un líder transformacional es la visión política, pero si es necesaria, no es suficiente
Barack Obama se ganó la ojeriza de los Clinton cuando dijo que Ronald Reagan fue un presidente transformacional. El término transformacional implica, en la jerga política estadounidense, que el inquilino de la Casa Blanca no se ha limitado a adaptarse a la situación, sino que ha impulsado, y con éxito, un cambio profundo en la estrategia exterior. "Reagan cambió la trayectoria de Estados Unidos de un modo en que ni Nixon ni Clinton hicieron", afirmó Obama a principios de año.

Los incondicionales dicen que Obama es un líder transformacional. No es un candidato como fue Bush padre, que antes de ser presidente dirigió la CIA, fue embajador en Pekín y pasó ocho años en la vicepresidencia. Tampoco es como John McCain, su rival republicano, que sobrevivió a la guerra de Vietnam y a la tortura antes de su larga carrera en el Senado. Pero Obama niega que no tenga experiencia. "Comprendo mejor el mundo que la senadora Clinton y que el senador McCain", afirmó recientemente en San Francisco.

En cuatro páginas de su libro Dreams from my father,Obama ha resumido su infancia, que, después de que su padre keniano abandonara a la familia, se desarrolló en Yakarta con su padrastro indonesio, Lolo Soetoro, y su madre blanca, Ann Dunham, empleada en la embajada estadounidense. Fueron unos años que los indonesios vivieron peligrosamente. Sukarno, un nacionalista, fue derrocado en un sangriento golpe de Estado que contó con el apoyo de la CIA. Y, según ha escrito Obama, su madre le enseñó entonces a repudiar "la ignorancia y la arrogancia que a menudo caracteriza a los estadounidenses en el extranjero". Después, en 1981, Obama viajó a Pakistán, del que le quedó grabado su feudalismo, y comenzó a modelar su visión del mundo. La experiencia de Obama sería así consecuencia de haberse criado en el extranjero, es decir, de ver el mundo desde el otro lado del espejo, donde hizo amigos musulmanes y conoció el antagonismo entre suníes y chiíes. Esta es la razón, según ha dicho a Newsweek,por la que se opuso a la guerra de Iraq.

Obama ha dado pasos que indican que es un político que quiere cambiar la política, lo que en buena parte explica la obamamanía.Un ejemplo de esto es su posición sobre el Irán que se quiere nuclear y odia a Israel. El senador por Illinois, que acusa a Bush de ignorar la diplomacia, afirmó el año pasado que está dispuesto a dialogar directamente con el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, sin condiciones previas. La iniciativa recuerda, salvando todas las distancias que se quiera, la propuesta de George McGovern de viajar a Hanói para negociar la paz en Vietnam. McGovern, el candidato demócrata en 1972, fue destrozado por Richard Nixon. Obama, por su actitud dialogante con Irán, fue ridiculizado esta semana por John McCain ante los miembros del American Israel Public Affairs (AIPAC).

Obama también puede ser, sin embargo, un político al que cambia la política. Un ejemplo de esto sería su posición hacia Israel. El año pasado, en Iowa, Obama afirmó que "nadie sufre más que el pueblo palestino". Ann Lewis, asesora de Clinton, dudó entonces de las credenciales proisraelíes de Obama. Y eso, dicho ante las organizaciones judías estadounidenses, fue grave. Según la versión dada por Newsweek,Lewis añadió que "el asesor jefe en política exterior" de Obama era Zbigniew Brzezinski, consejero de seguridad nacional de Jimmy Carter. ¿Qué habría hecho Brzezinski? Apoyar la tesis de que muchos de los problemas de la política exterior estadounidense se deben a sus estrechas relaciones con Israel. Pero Obama ha demostrado ingeniosamente que rectificar es de políticos. "Nadie ha sufrido más que los palestinos por el fracaso del liderazgo palestino en reconocer a Israel", dijo posteriormente, al tiempo que se alejaba de Zbigniew Brzezinski.

Joseph Nye, profesor de Harvard, considera que Reagan no fue un presidente transformacional. Para Nye, sólo dos presidentes transformaron inequívocamente la política exterior de Estados Unidos en el siglo XX: Franklin Roosevelt, que derrotó el aislacionismo y el unilateralismo, y Harry Truman, que construyó los organismos internacionales basándose en las ideas de su antecesor. Nye dice que la primera cualidad de un presidente transformacional es la visión política, y Obama tiene visión política. Pero la visión, que es necesaria, no es suficiente. Y Nye pone el ejemplo de Woodrow Wilson, que envió tropas a Europa para cambiar las reglas del juego y hacer una revolución democrática mundial. Wilson fue aplaudido en el exterior, pero en casa le falló la práctica.

11:57 AM  

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