PILAR RAHOLA CONTESTA A AIR BERLIN
Al margen del diario que todos conocemos y del ilustre académico de la Real Academia Española, Ansón, la prensa en general repudia el artículo del director de Air Berlin. Todo sucedió por una amable carta del gobierno balear en la que sugiera a la compañía que utilice también el catalán en su relación con lo clientes. Dicho señor publica una viñeta xenófoba amenazando a los catalanes con hacernos hablar bávaro cuando visitemos Baviera. "El mundo" de La Caverna y sus congéneres están de fiesta. Y amenazan con sus 400 millones. Para mí, una falta total de respeto al acervo cultural de España. Pilar Rahola contesta:
LA MIRADA INCORRECTA
CORNUDOS Y PAGANDO LA BEBIDA
Pilar Rahola 08/06/2008 la vanguardia
Estimado señor Joachim Hunold, flamante director general de Air Berlín, le pido perdón. ¿Sabe?, me duele que usted se haya tenido que molestar por culpa de unos estúpidos irreductibles que, a pesar de la grandeza de otros idiomas, se empeñan en hablar una desgraciada lengua que sólo tiene mil años de historia. Los hay estúpidos, incapaces de rendirse a la belleza de las lenguas imperiales, tan cortos de mira, que se mantienen en la defensa de una identidad menor. Usted tiene mucha suerte.
En alemán se han pronunciado algunas de las proclamas que han cambiado la historia de Europa, campos de exterminio incluidos. Nosotros los catalanohablantes, en cambio, somos de una historia menor, sin Kaisers, ni Reichs, ni muro de Berlín. Sólo tenemos algunas gestas épicas antiguas, algunos sabios, unos poetas vigorosos, algunos escritores notables y un idioma que nos hace singulares ante el mundo. El catalán - ¡fíjese qué pobreza!- es nuestra aportación básica al patrimonio cultural de la humanidad, una forma de hablar, de sentir, de explicar las emociones, las realidades… Pero le entiendo. Si podemos explicar el mundo con los grandes idiomas de los grandes estados, ¿por qué vamos a perder el tiempo con las pequeñas lengüecitas, que hablan seres insubstanciales? Yo que usted, cuando envía sus aviones por Finlandia, o por las zonas flamencas de Bélgica, iría diciendo lo mismo, insultando a los tontos - cuatro gatos- que hablan el flamenco, cuando podrían hablar el francés. O a los cretinos que hablan esa lengua imposible llamada finés, ellos que podrían hacerse el sueco. Y si citamos a los bálticos, ni le cuento. Ahí no hablan el letón cuatro gatos, ahí son uno y medio, y más pesados que el plomo. ¡Mira que hablar letón, pudiendo hablar ruso, que es más imperial! Ahora que se ha animado, señor Hunold, y ha iniciado una cruzada personal contra los estúpidos terrenales que hablan lenguas menores, yo viajaría por Suiza, que es un país tan provinciano y tan cerrado que tiene cuatro lenguas oficiales, iguales en rango. Y puestos a elevar su cruzada a categoría colonial, envíe sus Air Berlin por África, para que los negritos dejen de hablar tonterías swahilis, y empiecen a dominar las lenguas del imperio. Ya los indígenas de Bolivia, o Perú, ni agua, que a estos les das la lengua y se toman la manga. La verdad, señor Joachim Hunold, usted tiene razón. Ha venido desde Alemania a vender sus viajes en Air Berlin a los españoles, y el hecho de que España tenga cuatro lenguas oficiales, que hablan los estúpidos de los territorios respectivos, es un insulto a su negocio. Por supuesto, usted quiere nuestros dineritos catalanes - que el dinero no tiene acento-, pero no quiere que lo manchemos con nuestra sucia lengua. Usted es un europeo, un tipo importante, un miembro del sacro imperio teutón, y no tiene por qué codearse con rústicos mallorquines que se obstinan en hablar en su lengua. De fuera viene, y ya impone su norma, notable heredero de las tentaciones imperiales de su historia. Las tonterías que ha dicho sobre los riesgos del castellano y etcétera son menores. Total. La evidencia de que el catalán recula en todas sus áreas lingüísticas, y peligra especialmente en las islas Baleares, no tiene que importarle. El dinero no tiene otra alma que la prepotencia, el poder y la intolerancia. Y usted tiene dinero. Por eso las autoridades catalanas y baleares le han lamido la patita, y casi le piden disculpas por pedirle que en su territorio respire un poquito el idioma propio. Es la actitud propia del colonizado. Usted se ríe de nosotros y literalmente nos insulta, no porque seamos un pueblo inferior, aunque parece que lo piensa. Sino porque somos un pueblo debilitado. Pero, ¿sabe?, incluso los colonizados tienen capacidad de respuesta. Y mire, desde este humilde rincón, esta irreductible provinciana que se obstina en hablar su idioma le dice, en el idioma que usted entiende, el castellano, que se vaya a tomar por la puerta de Brandemburgo. Ya tenemos suficiente con los anticatalanes de casa. Sólo nos falta un alemán anticatalán. Puede que seamos provincianos. Pero pedirnos que pongamos el trasero es demasiado
LA MIRADA INCORRECTA
CORNUDOS Y PAGANDO LA BEBIDA
Pilar Rahola 08/06/2008 la vanguardia
Estimado señor Joachim Hunold, flamante director general de Air Berlín, le pido perdón. ¿Sabe?, me duele que usted se haya tenido que molestar por culpa de unos estúpidos irreductibles que, a pesar de la grandeza de otros idiomas, se empeñan en hablar una desgraciada lengua que sólo tiene mil años de historia. Los hay estúpidos, incapaces de rendirse a la belleza de las lenguas imperiales, tan cortos de mira, que se mantienen en la defensa de una identidad menor. Usted tiene mucha suerte.
En alemán se han pronunciado algunas de las proclamas que han cambiado la historia de Europa, campos de exterminio incluidos. Nosotros los catalanohablantes, en cambio, somos de una historia menor, sin Kaisers, ni Reichs, ni muro de Berlín. Sólo tenemos algunas gestas épicas antiguas, algunos sabios, unos poetas vigorosos, algunos escritores notables y un idioma que nos hace singulares ante el mundo. El catalán - ¡fíjese qué pobreza!- es nuestra aportación básica al patrimonio cultural de la humanidad, una forma de hablar, de sentir, de explicar las emociones, las realidades… Pero le entiendo. Si podemos explicar el mundo con los grandes idiomas de los grandes estados, ¿por qué vamos a perder el tiempo con las pequeñas lengüecitas, que hablan seres insubstanciales? Yo que usted, cuando envía sus aviones por Finlandia, o por las zonas flamencas de Bélgica, iría diciendo lo mismo, insultando a los tontos - cuatro gatos- que hablan el flamenco, cuando podrían hablar el francés. O a los cretinos que hablan esa lengua imposible llamada finés, ellos que podrían hacerse el sueco. Y si citamos a los bálticos, ni le cuento. Ahí no hablan el letón cuatro gatos, ahí son uno y medio, y más pesados que el plomo. ¡Mira que hablar letón, pudiendo hablar ruso, que es más imperial! Ahora que se ha animado, señor Hunold, y ha iniciado una cruzada personal contra los estúpidos terrenales que hablan lenguas menores, yo viajaría por Suiza, que es un país tan provinciano y tan cerrado que tiene cuatro lenguas oficiales, iguales en rango. Y puestos a elevar su cruzada a categoría colonial, envíe sus Air Berlin por África, para que los negritos dejen de hablar tonterías swahilis, y empiecen a dominar las lenguas del imperio. Ya los indígenas de Bolivia, o Perú, ni agua, que a estos les das la lengua y se toman la manga. La verdad, señor Joachim Hunold, usted tiene razón. Ha venido desde Alemania a vender sus viajes en Air Berlin a los españoles, y el hecho de que España tenga cuatro lenguas oficiales, que hablan los estúpidos de los territorios respectivos, es un insulto a su negocio. Por supuesto, usted quiere nuestros dineritos catalanes - que el dinero no tiene acento-, pero no quiere que lo manchemos con nuestra sucia lengua. Usted es un europeo, un tipo importante, un miembro del sacro imperio teutón, y no tiene por qué codearse con rústicos mallorquines que se obstinan en hablar en su lengua. De fuera viene, y ya impone su norma, notable heredero de las tentaciones imperiales de su historia. Las tonterías que ha dicho sobre los riesgos del castellano y etcétera son menores. Total. La evidencia de que el catalán recula en todas sus áreas lingüísticas, y peligra especialmente en las islas Baleares, no tiene que importarle. El dinero no tiene otra alma que la prepotencia, el poder y la intolerancia. Y usted tiene dinero. Por eso las autoridades catalanas y baleares le han lamido la patita, y casi le piden disculpas por pedirle que en su territorio respire un poquito el idioma propio. Es la actitud propia del colonizado. Usted se ríe de nosotros y literalmente nos insulta, no porque seamos un pueblo inferior, aunque parece que lo piensa. Sino porque somos un pueblo debilitado. Pero, ¿sabe?, incluso los colonizados tienen capacidad de respuesta. Y mire, desde este humilde rincón, esta irreductible provinciana que se obstina en hablar su idioma le dice, en el idioma que usted entiende, el castellano, que se vaya a tomar por la puerta de Brandemburgo. Ya tenemos suficiente con los anticatalanes de casa. Sólo nos falta un alemán anticatalán. Puede que seamos provincianos. Pero pedirnos que pongamos el trasero es demasiado
1 Comments:
oTRO PERIODISTA TAMBIEN CONTESTA
18/06/08 La Vang.
Oriol Pi de Cabanyes
Resulta insólito que una compañía con afán de beneficios pierda de vista que las maneras y el respeto son básicos en el trato a sus clientes. Pero ese es el gran error que ha cometido Air Berlin cuando en su revista corporativa respondió con menosprecio y burla a una educada sugerencia del Gobierno balear para que en sus comunicaciones con el pasajero procure utilizar también el catalán, que es lengua cooficial en las islas.
Joachim Hunold, el director general de Air Berlin, que no su mayor accionista, no se lo pensó dos veces y, es de suponer que mal aconsejado por su delegado en España Álvaro Middelman (nacido en Madrid de padre alemán en tiempos dignos de toda sospecha), publicó y rubricó algo tan manifiestamente falso como que "hoy en día hay muchos pueblos de la isla (Mallorca) en los que los niños no saben español. En muchas escuelas de Mallorca el español es una lengua extranjera como el inglés o el alemán".
Pero lo más grave es que, advertido de las consecuencias que sus palabras estaban provocando, Herr Hunold insistió, en declaraciones a la agencia Efe enviadas por correo electrónico, en que los comentarios de su editorial no eran una crítica, sino "una descripción de las circunstancias".
Sorprende extraordinariamente la capacidad de este gestor para meterse en camisa de once varas. Porque, no contento con despreciar en público la lengua natural de parte de sus posibles clientes insulares, les tiraba en cara que Mallorca había sido beneficiaria privilegiada de las ayudas de la Unión Europea. Con directores generales tan torpes, tan mal informados, tan influibles por el prejuicio o tan poco diplomáticos, se entiende que la compañía Air Berlin vaya de mal en peor en la bolsa y que sus acciones vayan últimamente tan a la baja.
Aunque hable de Air Berlin, este artículo no aparecerá en la "revista de prensa" de Air Berlín. En la página web de la aerolínea se invita a su consulta con el reclamo de "¿Qué dice la prensa sobre Air Berlin?", pero no se facilita en ella ni uno solo de los muchos artículos críticos con la compañía que han aparecido a raíz de las escandalosas declaraciones de su director general. Una compañía de servicios que actúa con tanta inconciencia y con tanta soberbia es una compañía que no merece ninguna confianza.
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