Saturday, January 10, 2015

TRADUCCIONES




Tranlations

Vimos recientemente la obra teatral “Translations” en el bellísimo e histórico marco de la Biblioteca de Catalunya. Esta obra fue inscrita el 1980 por el dramaturgo irlandés Brian Friel y transcurre en una villa ficticia de Irlanda durante el siglo XIX.
Lo interesante de esta obra es su plantemiento sobre el lenguaje, la comunicación y el imperialismo cultural, en este caso el genocidio de la lengua galesa y la implantación del inglés a la fuerza a todo ese pueblo. El espectador, al menos a mí me pasó, no deja de pensar con lo que pasó con el catalán durante la época franquista y mas recientemente con las palabras de Wert : “hay que “españolizar” la enseñanza en Catalunya”.
Para los irlandesos la historia acabó bien, ya que obtuvieron su independencia del Reino Unido en 1922 aunque actualmente sólo un 3% utilizan el gaélico irlandés como su lengua habitual a pesar de que antes de este genocidio el irlandés gaélico era la lengua habitual de Irlanda.
Translations 1

Translations 3

Translations és una clàssic contemporani; una obra que, a més d’Irlanda, s’ha representat al West End i a Broadway.



La posada en escena, magnifica … tot i aprofitant el meravellós indret on es representa, sota les arcades gòtiques del antic hospital…. il·luminació i projeccions molt be.


Resumin, un text molt bo, que toca temes molt propers al que esta passant ara mateix a Catalunya… però una interpretació global i direcció que deixa molt que desitjar, segons el nostre parer. Potser va influir negativament  en nosaltres, aspectes aliens a la representació… com la cua interminable i leeeeeenta per bescanviar les entrades, el repartiment de les mateixes sense gaire sentit, guardant les millors pels amics i coneguts (massa descaradament), la falta de bona acústica al sostre on estaven instal·lats, la gent dormint al nostre voltant… la excessiva durada de la representació… les poc treballades interpretacions d’alguns actors secundaris.
No vaig aplaudir al finalitzar la representació…. i això en mi es gairebé impossible, com sabeu els que em coneixeu.  Alguns diuen que m’agrada tot !!!
Translations 8




Translations 4


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Al día siguiente encontramos una crónica de la obra en LV, la cual reseñamos parcialmente:

Traduccions’, de Xavier Antich en La Vanguardia

Saben cómo suena el viento cuando mece la cebada? El teatro, como el arte, siempre ha hablado de la vida. El escenario, en la tradición occidental, ha sido el lugar donde, desde el griegos, se han representado los conflictos de una comunidad, las tensiones que la definen y los sueños de los que se ha nutrido. En escena, una comunidad se encuentra reflejada y descubre, así, aquello que la dignifica y también aquello de lo que debería avergonzarse. El teatro, más allá del texto, que puede ser leído privadamente al margen de su representación, es sobre todo puesta en escena: una realidad que sólo llega a ser lo que es cuando se escenifica ante el público. Por eso, las obras dicen lo que dicen cuando fueron escritas, y dicen, a menudo otra cosa, cuando son interpretadas y el tiempo y el lugar que las acoge define el contexto de recepción. De aquí la extraña realidad de las obras teatrales: sólo viven plenamente cuando están en escena, ante el público. Pues es el tiempo del público lo que las dota de singularidad y concreción. Sólo entonces la obra está viva, cuando un auditorio es directamente interpelado por lo que ve y escucha, aunque el texto se haya escrito en otro tiempo, otro lugar y para otro auditorio.

Estos días se presenta en una de las salas góticas de la Biblioteca de Catalunya, un espacio mágico descubierto para usos teatrales por la compañía La Perla 29, una obra emocionante, de gran intensidad, inteligente y lúcida que está pasando de boca en boca hasta haber forzado una prórroga de las funciones: Traduccions de Brian Friel, en una versión prodigiosa de Joan Sellent y dirigida con sensibilidad y sutileza por Ferran Utzet, con una tropa de actores y actrices descomunales. Friel, que es un clásico contemporáneo, no es desconocido aquí: el Teatre Lliure ya interpretó Dansa d’agost en el año 1993. Y Traduccions ya había subido a escena hace unos años, pero entonces o bien no era todavía su tiempo, o aquella no era la versión que hacía falta. Ahora se muestra como una obra de una extrema actualidad en el panorama político y cultural actual.
La acción está ambientada en un pequeño pueblo de Irlanda en 1833, un momento en que el ejército británico cartografía el territorio para traducir al inglés los topónimos originales en gaélico. En la obra original, el público debe suponer que los personajes irlandeses hablan gaélico y los ingleses, inglés, aunque todos, en realidad, hablan inglés con ciertas variantes. Aquí se ha reproducido el mismo efecto y, aunque tanto los unos como los otros hablan en catalán, los irlandeses lo hacen en una versión no normativa llena de detalles ultralocales y anacrónicos.
En todo caso, el conflicto se produce entre una comunidad que quiere preservar su lengua y los nombres de los lugares y, a través de ella, su historia y una forma de vivir y de ver el mundo, y otra, que llega con pretensiones colonizadoras, que busca, a través de la homogeneización de los topónimos en la lengua común, normalizar, modernizar y civilizar un mundo que, imaginan, está condenado a desaparecer. Toda la obra pasa en el patio de la casa del maestro, que hace de escuela de lengua, historia y etimologías. Y es en este espacio donde los soldados británicos, convenientemente ayudados por el hijo mayor del maestro, entregado a los ingleses, despliegan los mapas donde sustituirán los nombres gaélicos por los ingleses nuevos, construidos ad hoc de manera artificiosa.
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Pero sobre todo, aparte de ser una joya teatral inolvidable, la obra hace pensar. Kant, a finales del siglo XVIII, clasificó jerárquicamente las diferentes artes en función de lo que dejaban para pensar, ya que creía, legítimamente, que el arte tiene que ver con el placer y el conocimiento. Pues bien, Traduccions hace pensar, y mucho, en la incomprensión que se genera entre lenguas y culturas diversas cuando estas basan su relación en el dominio, la colonización y la violencia de una sobre la otra. Y hace evidente también las dificultades de entenderse, más allá de la inmediatez carnal de los cuerpos, cuando la relación no está fundada en la igualdad. Sin esta, nada, ni el diálogo ni la convivencia ni el acuerdo pueden ser, por muchos esfuerzos que se hagan, posibles. Definitivamente, hay que volver a leer Los dominados y el arte de la resistencia, el clásico de James C. Scott.
De verdad: si pueden, vayan a ver Traduccions: sentirán como suena el viento cuando mece la cebada…



Tuvimos esta suerte.

PB

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