Tuesday, January 12, 2010

QUEBEC-CANADA

Aclaración muy necesasria sobre un tema que suscita muchas preguntas y sobre el cual se hablará largamente sin conocimiento de los detalles. PB


FERRAN REQUEJO - Barcelona
Agradezco a Fernando Aleu su comentario a mi artículo "Democracias imparables". Quisiera aclarar la duda que plantea sobre la opinión jurídica emitida por el Tribunal Supremo (TS) canadiense sobre una posible secesión de Quebec:

1. Tras el ajustado referéndum de 1995, el gobierno federal se dirigió al TS formulándole la pregunta de si Quebec tenía derecho a separarse de Canadá según la Constitución canadiense o según el derecho internacional.

2. La opinión del TS (1998) estableció que no existía tal derecho unilateral de acuerdo con ambas normas (era la respuesta que esperaba el gobierno canadiense).

3. Sin embargo, el TS añadió otras consideraciones: a) la Constitución se basa en 4 principios: federalismo, democracia, constitucionalismo y respeto a las minorías (ninguno tiene precedencia genérica sobre los demás); b) en caso de que en el futuro se dé en Quebec una "mayoría clara" en respuesta a una "pregunta clara" sobre la secesión, el gobierno canadiense deberá abrir un proceso negociador "de buena fe" sobre un nuevo estatus para Quebec; c) en caso de que no se llegue a un acuerdo satisfactorio, la provincia puede buscar su independencia en el marco internacional.

Así, el TS establece el "derecho de autodeterminación" de Quebec, pero lo hace en términos federales o de pacto, negando a la vez dos unilateralidades nacionalistas: la de Quebec proclamando sola su secesión, y la de Canadá impidiéndola. The New York Times recogió básicamente el punto 2 de la opinión del TS (al igual que ciertos políticos y medios canadienses), marginando el punto 3, que abre la puerta a un proceso práctico de secesión si se produjeran las "dos claridades" anteriores y fracasara el posterior proceso negociador. Todas las partes aceptan el derecho de los quebequeses a organizar referéndums de autodeterminación.
La Vanguardia 10-1-10

EL SENTIDO DE LA VIDA

AÑO NUEVO VIDA NUEVA

Se supone que, al llegar estas fechas, se debe decir algo. Dar las gracias, dar la bienvenida al Año Nuevo y desear a los amigos y familiares lo mejor de lo mejor.

¡FELIZ AÑO NUEVO!

Es la hora de hacer balance y formular nuevos propósitos. Pensándolo bien, los propósitos siguen siendo los mismos y la línea divisoria entre el viejo año y el nuevo no existe. La lluvia que cae no es lo misma de ayer, pero tiene el mismo aspecto y los árboles siguen en el mismo sitio.
Me gusta la alegoría que hace de la vida el doctor en filosofía Francesc Torralba en su libro “El sentit de la vida” para describir el paso de los años: Un viaje en tren. Paisajes que se suceden vertiginosamente. Pasajeros que suben y bajan. El altavoz del andén que reclama a determinados pasajeros. Aquí el autor se hace y nos hace muchas preguntas: ¿Dónde estaba antes de subir? ¿A dónde vamos? ¿Qué hago yo aquí? ¿Cuándo bajaré y por qué?
Son preguntas que no tienen respuestas precisas. Nos cautiva la cara y la mirada de una bella mujer, el perfume de una flor y la melodía de una canción, como me encanta escuchar y admirar a Bebel Gilberto en su interpretación de “Momento”. Disfruto de esos momentos en que la realidad desaparece y somos parte de lo que observamos. Somos, en esos instantes, como el niño que integrado en el presente no percibe el paso del tiempo, como tampoco lo percibe el joven en la plenitud de sus energías.
Es en la madurez cuando presentimos que en la próxima estación no habrá un nuevo tren. De pronto nos encontramos otra vez en Navidad y en Año Nuevo. Las estaciones se suceden y nos damos cuenta que el paso del tiempo es irreversible. Que el pasado año que ha sido “horribilis” forma parte del pasado y estamos entrando en un nuevo territorio. Las expresiones “ganar tiempo” y “perder tiempo” pierden su sentido. Porque el tiempo no se puede perder ni ganar porque no es nuestro. Los años vienen y se van, pero nos dejan, a medida que pasan, un sedimento, que nos recuerda el proceso que siguen las botellas que nos enseñan cuando visitamos las “cavas” Ese sedimento representa nuestra acumulación de experiencias, experiencias que nos servirán para afrontar el futuro. De algunas vivencias no nos queda sino un recuerdo vago, otras están más marcadas. Cuando se reviven, el paso del tiempo se hace relativo y nos ayuda a valorar el aquí y el ahora, el valor precioso del momento.
Francesc Torralba nos señala tres experiencias especialmente significativas: la contemplación de la bóveda estrellada, el clamoroso silencio de la naturaleza y la música que eleva el ánima hacia esferas más altas. Añadiría la presencia de nuestros seres queridos en estas noches mágicas de Navidad y Año Nuevo, junto al fuego del hogar, junto al árbol, y los pesebres que, en mi hogar, son diminutos y variados. Sin omitir a todas las personas con las cuales hemos creado vínculos.
El sentido de la vida radicaría en esas vivencias que podemos “degustar” durante el transcurso de nuestro viaje siempre que estemos atentos a percibirlas. La “belleza” en todos los sentidos es nuestra tabla de salvación y de por si justificaría el hecho de existir, al margen de penalidades, sufrimientos y esfuerzos.
El balance puede ser variado. Escuchar, contemplar, admirar, extasiarse, experimentar, percibir, sentir…. Arte, música, literatura, escultura, amistad, naturaleza…
Tiene sentido todo lo que aporta unidad, belleza y verdad en la vida, nos dice Francesc Torralba.
La búsqueda vale la pena.

Bibliografia: El sentit de la vida. Francesc Torralba. Ed. Ara Llibres

AÑO NUEVO VIDA NUEVA